La delegación cubana al actual período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas se retiró la víspera del salón plenario durante el discurso del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
La acción fue en “señal de profundo rechazo al discurso arrogante y mediocre del presidente Bush”, expresa una nota circulada por los cubanos, quienes expresaron que ese mandatario "es un criminal y NO tiene ni autoridad moral ni credibilidad para juzgar a ningún otro país".
La delegación cubana, encabezada por el canciller Felipe Pérez Roque, abandonó la Asamblea General cuando el presidente estadounidense arremetió contra Cuba, Irán, Zimbabwe y Myanmar por lo que llamó "situación de las libertades en esos países".
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, apoyó a nuestro país frente a los ataques de Bush y denunció el bloqueo brutal e inhumano impuesto por Washington a la Isla.
La acción fue en “señal de profundo rechazo al discurso arrogante y mediocre del presidente Bush”, expresa una nota circulada por los cubanos, quienes expresaron que ese mandatario "es un criminal y NO tiene ni autoridad moral ni credibilidad para juzgar a ningún otro país".
La delegación cubana, encabezada por el canciller Felipe Pérez Roque, abandonó la Asamblea General cuando el presidente estadounidense arremetió contra Cuba, Irán, Zimbabwe y Myanmar por lo que llamó "situación de las libertades en esos países".
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, apoyó a nuestro país frente a los ataques de Bush y denunció el bloqueo brutal e inhumano impuesto por Washington a la Isla.
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